La neurodivergencia lleva a las personas a percibir, pensar y sentir de un modo diferente. Pero también puede influir en su forma de dar y recibir amor. ¡Te contamos por qué!
¿Sabías que no es igual querer a alguien que lograr que se sienta querido? En efecto, en ocasiones, hacemos nuestro mejor esfuerzo por expresarle afecto a otra persona y ella no lo percibe de este modo, llegando a sentir carencias en la relación. Esta realidad incrementa en la neurodiversidad. Por ello, queremos contarte más acerca de los lenguajes del amor en neurodivergentes.
Este término alude, sobre todo, a las personas autistas, pero también a quienes tienen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o alguna otra condición que los lleva a percibir el mundo, procesar la información, pensar y sentir de un modo diferente al típico.
Pese a no ser una terminación clínica, «neurodivergente» es una descripción que ayuda a entender el funcionamiento cerebral de ese 15-20 % de la población que se escapa a la norma (Doyle, 2020). ¿Y por qué no?, también a comprender su forma de amar.
¿Aplican los lenguajes del amor en personas neurodivergentes?
El concepto de neurodiversidad surge de la mano de la socióloga Judy Singer y se refiere a la variación natural entre un cerebro y otro dentro de la especie humana. Desde este enfoque, el trastorno del espectro autista (TEA), el TDAH y otras condiciones similares no se consideran enfermedades a curar, sino funcionamientos neurológicos diversos o atípicos.
Estas personas tienen un modo diferente de ver el mundo y de relacionarse con los otros. Por supuesto, esto también se refleja en sus vínculos personales y afectivos.
De acuerdo con la propuesta de Gary Champan, existen 5 lenguajes del amor principales (o formas diferentes en que las personas expresan su amor y desean ser amadas). Sin embargo, es posible que los neurodivergentes tengan algunos problemas al respecto. A continuación, son listadas tales dificultades:
El contacto físico no siempre es bien recibido. Algunos no lo disfrutan y, para otros, depende del contexto, situación o estado de ánimo. Esto se debe, en especial, a su diferente procesamiento sensorial, aunque su pareja podría interpretarlo como rechazo.
La comunicación entre dos personas neurodivergentes puede ser efectiva y sencilla. No obstante, cuando cada miembro de la pareja tiene un neurotipo diferente, comunicarse es complicado, según recoge un artículo publicado en Autism.
Las dificultades con el funcionamiento ejecutivo son comunes en las personas neurodivergentes. Esto los lleva a olvidar fechas señaladas, no ser capaces de planificar eventos importantes o terminar tareas que, quizás, su pareja espera que cumplan.
Muchas de estas personas enmascaran sus rasgos o invierten un esfuerzo extra en cada interacción, hecho que genera un importante agotamiento. Es un escenario que abarca a la pareja y, por tanto, es probable que la persona desee pasar bastante tiempo a solas para recargarse sin que esto signifique falta de amor.
«Comprender cómo las personas con trastornos del neurodesarrollo experimentan el amor podría ayudarnos a aclarar mejor los mecanismos asociados con sus patrones de relación».