A la muerte la IA le sienta de fábula: el floreciente negocio de la inmortalidad

A la muerte la IA le sienta de fábula: el floreciente negocio de la inmortalidad

En un lapso de apenas un año la inteligencia artificial (IA) se ha apalancado con fuerza en casi todas las industrias y en prácticamente todas las esferas de nuestra vida. De hecho, la IA podría ser también nuestra inseparable compañera de fatigas una vez hayamos cruzado el río Aqueronte con destino al inframundo de los muertos. Y es que la inmortalidad, convenientemente propulsada por la IA, es un negocio cada vez más boyante.

La idea en la que echa anclas este negocio es la posibilidad de continuar hablando con nuestros seres queridos una vez fallecidos. Parece el argumento de una película de una ciencia ficción y en cierto sentido lo es porque allá por 2013 un capítulo de Black Mirror pivotaba en torno a idéntica premisa, otrora remotísima. En ese episodio una viuda contrataba un servicio que amalgamando el rastro dejado por su difunto marido en internet y en las redes sociales conseguía alumbrar un clon digial de su esposo.

Lo que era un escenario improbable en 2013 es ya completamente posible en 2024. Así lo demuestran dos documentales que se han estrenado recientemente en el Festival de Sundance: Eternal You y Love Machina.

En Eternal You sus creadores, los cineastas alemanes Hans Block y Moritz Riesewieck, posan las mirada en algunas de las startups tecnológicas que han decidido subirse al tren de la inmortalidad digital.

«Hay startups procedentes de todo el mundo compitiendo en este nuevo mercado, el mercado de la inmortalidad digital», explica Block en declaraciones a Fast Company. «Ha surgido la idea que podemos usar la IA, increíblemente humana en muchos sentidos y con la que, podemos, de hecho, interactuar, para iniciar una nueva narrativa de la muerte», añade.

En el documental Eternal Your Bock y Riesenwieck exploran además la forma en que la gente brega con el duelo cuando elige cortar amarras con la religión.

«Puesto que la religión está perdiendo relevancia en muchos sentidos, la industria tecnológica comprendió a la perfección que había que llenar un vacío. Hay, al fin y al cabo, una fuerte necesidad de hallar nuevas formas de salvación y de aferrarse a entidades que como la IA son portadoras de esperanza y de superpoderes», señala Riesewieck.

Una de las startups que se abren paso en Eternal You es Project December, una compañía fundada por Jason Rohrer en 2020 que es capaz de simular conversaciones con los muertos mediante el uso de chatbots.

Eternal You se hace eco de la historia de Joshua Barbeau, que utiliza los servicios de Project December para conversar con Jessica Pereira, su novia fallecida. En el documental Barbeau recuerda emocionado conversar con la simulación digital de su prometida durante toda la noche y califica la experiencia de «regalo».

La IA cambia la manera de sobrellevar el duelo (aunque no necesariamente para mejor)

No obstante, Project December no cuenta única y exclusivamente con clientes satisfechos. El documental recoge, por ejemplo, el testimonio de una mujer que asegura que la simulación de su padre muerto era exasperantemente pródiga en blasfemias.

Jason Rohrer, fundador de Project December, se lamenta de la imagen que se proyecta de su empresa en Eternal You y asegura que el proyecto no nació inicialmente con el propósito a replicar a los familiares fallecidos sino más bien con la intención de hacer cobrar vida a personajes históricos como William Shakespeare o Sigmund Freud. Sin embargo, después de que en 2021 Joshua Barbeau relatara su historia personal en San Francisco Chronicle, la gente comenzó a utilizar Project December para poder conversar con sus seres queridos fallecidos. Se trata, dice Rohrer, de intentar ayudar a personas que como Barbeau no hallan consuelo en los tradicionales grupos de terapia. «No soy un experto en duelo, pero la gente asegura que Project December le ayuda», recalca Rohrer en declaraciones a Fast Company.

Otras de las compañías retratadas en el documental Eternal You es HereAfter AI, que permite a los usuarios grabar conversaciones para crear versiones digitales de sí mismos una vez hayan fallecido; YOV, que graba conversaciones con seres queridos cuando aún están vivos para recrear charlas similares tras su óbito; y Soul Machina, que crea avatares digitales que remedan con su aspecto y su voz a seres humanos de carne y hueso.

Eternal You da asimismo voz a críticos del floreciente negocio de la inmortalidad que está naciendo al abrigo de la IA. Uno de esos críticos es Carl Öhman, que denuncia que grandes corporaciones como Amazon y Microsoft han consignado patentes para lanzar servicios directamente emparentados con la inmortalidad digital y se declara estupefacto ante la celeridad con la que se están comercializando este tipo de productos para un público cada vez más masivo. «Si esta industria comienza a ser lucrativa, vamos a ver definitivamente cómo las ‘Big Tech’ lanzan también servicios similares», profetiza.

Riesewieck apunta que la IA es un tema complejo y que, aunque comprende perfectamente la ira y la ansiedad que rezuman algunos ante la posibilidad de que esta tecnología les hurte sus puestos de trabajo, admira también los progresos que han sido posibles con la ayuda la inteligencia artificial en áreas como la medicina y la predicción de los efectos cambio climático.

Love Machina, un documental dirigido por Peter Sillen, fija, por su parte, la mirada en Bina48, una IA humanoide propiedad de la pareja de futuristas Bina y Martine Rothblatt. La apariencia física de Bina48 esta modelada a imagen y semejanza de la de Bina para que esta pueda en último transferir su consciencia al robot.

Según Sillen, a medida que la IA efectuaba progresos, más sentido tenía llevar a la gran pantalla la historia de Bina48. Esta IA humanoide se construyó en 2007, mucho antes de que salieran del cascarón Siri y Alexa, por lo que es en muchos sentidos una tecnología adelantada a su tiempo.

«Cuando comencé a desarrollar el documental en 2017, jamás imaginé que nuestra filmación sería paralela a la gran eclosión de los grandes modelos de lenguaje a la que estamos asistiendo en la actualidad», dice Sillen en declaraciones a Fast Company.

Aun cuando el documental de Sillen aborda otras áreas de la inmortalidad como la criogenización, el cineasta cree que es importante abrir la espita de la conversación sobre la impacto de la IA en nuestras vidas (y en lo que haya más allá nuestra existencia).

«Creo que hay que garantizar que la gente esté segura y que la tecnología sea igualmente segura», recalca Sillen. «Pero no sé realmente si vamos a poder impedir que nuestra huella digital exista en el futuro en alguna parte y de alguna manera una vez hayamos fallecido», concluye.

Esther Lastra

Deja una respuesta