Esta semana, Craig Federighi, alto ejecutivo de Apple, ha pronunciado diez palabras que han sido música para los oídos de los principales accionistas del gigante tecnológico.
«Estamos deseando hacer integraciones con otros modelos, incluido Google Gemini«, ha afirmado durante la Conferencia Mundial para Desarrolladores —WWDC, por sus siglas en inglés— que Apple celebra cada año.
Federighi se refería a la nueva asociación de Apple con OpenAI, que va a consistir en la integración de ChatGPT con el asistente virtual Siri en los iPhones y en otros dispositivos de Apple.
Conseguir ese tratamiento especial en los iPhones representa el santo grial del sector tecnológico. Hasta este lunes, parecía que OpenAI había ganado a Google en esa preciada posición, pero Federighi se ha esforzado en dejar constancia de que Google podría conseguir el mismo acuerdo de distribución para su nuevo modelo de inteligencia artificial, Gemini.
¿Por qué? Por dinero, como siempre.
El acuerdo de 20.000 millones de dólares
Existe una asociación de distribución del iPhone que resulta familiar a cualquiera que siga de cerca el negocio de la industria tecnológica.
Google paga a Apple unos 20.000 millones de dólares al año —unos 18.500 millones de euros al tipo de cambio actual— para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en los iPhones y otros dispositivos de Apple. Este acuerdo supone unos ingresos increíblemente rentables para Apple y garantiza que el buscador de Google siga siendo líder en occidente.
Esta asociación se renueva cada pocos años… y siempre surge la misma pregunta: ¿seguirá pagando Google? ¿Por qué iba a pagar tanto?
La respuesta siempre es que Apple ofrece la posibilidad de elegir a Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, como socio preferente. Esto es tan inaceptable para Google que el gigante de las búsquedas online siempre saca la billetera.
Sin la amenaza de Bing, Apple tendría mucha menos influencia en estas negociaciones.
¿Cuál es el negocio de los 20.000 millones en la era de la IA?
La aparición de la inteligencia artificial generativa ha preparado el terreno para otro acuerdo de distribución de Apple que podría tener proporciones e implicaciones igual de importantes.
OpenAI ha ganado el primer asalto. Su generador de texto por IA, ChatGPT, tiene ahora la oportunidad de responder a millones de consultas de los usuarios de Apple.
Normalmente, esto implicaría pagos masivos de OpenAI al fabricante del iPhone. Por ahora, sin embargo, no está claro quién paga a quién.
Puede que Apple esté pagando a OpenAI. Eso supondría una increíble alteración de la dinámica de poder que ha generado miles de millones de euros en ingresos para Apple (a partir de acuerdos similares de distribución de búsquedas con Google).
Sin embargo, la firma de Cupertino ya va por detrás en la carrera de la inteligencia artificial. Apple no tiene modelos propios de IA potentes y esa es una de las razones por las que Siri ha sido tan mala durante tantos años (y por las que Apple recurre ahora a ChatGPT en busca de ayuda).
O tal vez, como ha publicado Bloomberg, no haya ningún pago entre Apple y OpenAI. Eso tampoco sería bueno en términos de la capacidad de la tecnológica para exprimir los miles de millones de futuros acuerdos de distribución de IA.
Una guerra de ofertas por la distribución de inteligencia artificial
Sin embargo, no todo está perdido. Si Apple puede organizar una guerra de ofertas similar para la distribución de IA, probablemente pueda volver a negociar grandes pagos.
Por eso son tan importantes las declaraciones de Federighi sobre Google Gemini. Si Google sigue pudiendo acceder a un trato similar al de OpenAI, entonces el fabricante del iPhone podría enfrentar a estos dos gigantes de la inteligencia artificial en futuras negociaciones.
Cabe destacar que durante la WWDC de este lunes las acciones de Apple cayeron alrededor de un 2%. Más tarde, Federighi subió al escenario y mencionó la posibilidad de distribuir Gemini además de ChatGPT y, el martes, las acciones de Apple subieron un 7% hasta alcanzar un récord.
¿Ha renunciado Google a un posible acuerdo?
No hay que emocionarse demasiado.
¿Acaso quiere Google que su modelo de IA, Gemini, se distribuya en los dispositivos de Apple, sobre todo si tiene que volver a pagar?
Mark Gurman, el principal periodista especializado en Apple, señalaba a principios de este año que Google estaba en conversaciones con la firma de Cupertino, pero entonces OpenAI se apuntó el tanto.
¿Se ha retirado Google del acuerdo? Sería otro sorprendente giro de los acontecimientos.
«¿Cuál es el factor que retrasa un anuncio entre Google y Apple?», se preguntaban los analistas de Morgan Stanley en un informe para inversores publicado esta misma semana.
Su primera respuesta: «La economía unitaria obviamente importa».
Google debe sopesar el coste de pagar a Apple por la distribución de su modelo de inteligencia artificial frente a la oportunidad de conseguir más usuarios de Gemini y, con suerte, generar ingresos con sus consultas en el futuro.
El acceso a la información
Los expertos de Morgan Stanley también planteaban otra cuestión casi igual de importante: «La privacidad y el acceso a los datos probablemente también sea un punto clave de la negociación».
En su Conferencia Mundial para Desarrolladores, Apple recalcó que las peticiones de los usuarios y la información enviada a través de ChatGPT no van a quedar registradas. Los analistas de Morgan Stanley también creen que OpenAI no podrá entrenar sus modelos de IA con los datos de los usuarios de Apple.
«Google, que actualmente tiene acceso a los datos de cualquier consulta registrada a través de su navegador web o de su aplicación móvil, probablemente querría ese nivel de acceso en caso de que atendiese esas consultas a través de canales como Siri», daban a entender los expertos de la firma de inversión estadounidense.
«Sin acceso a esa información, en la medida en que las consultas se desplacen a los asistentes personales con el tiempo, Google perdería el acceso a los datos de los clientes, aunque siguiera atendiendo las consultas», añadían desde Morgan Stanley.
Así que puede que Apple le dijese a Google que no obtendría los datos de sus usuarios para entrenar sus modelos Gemini y eso fuese un factor decisivo.
La cuestión del «intelliphone»
Existe otra posibilidad, una posible circunstancia que debería preocupar a los accionistas de Apple.
Y es que quizá Google ya no necesite los acuerdos de distribución del fabricante del iPhone.
La firma de Mountain View va muy por delante de Apple en la carrera de la inteligencia artificial generativa. Google ya tiene acceso a montones de datos para entrenar a los modelos Gemini. Y todavía tiene el ecosistema móvil Android, que es el segundo canal de distribución digital más valioso de la tecnología (después del iPhone).
El jefe de Android, Sameer Samat, indicaba recientemente en entrevista para Business Insider que Google está presionando mucho para llevar su IA a los móviles Android, incluidos sus propios dispositivos Pixel.
Los Pixel no se han vendido tan bien hasta ahora, pero, ¿qué pasaría si obtuviesen características de inteligencia artificial mucho mejores que los iPhones? ¿Podrían los consumidores querer cambiarse a Android para obtener estas nuevas y potentes herramientas?
Es poco probable, dadas todas las formas en las que Apple mantiene a los usuarios en el ecosistema del iPhone, pero todavía existe alguna posibilidad.
Ya existe incluso una nueva palabra para referirse a los smartphones del futuro impulsados por inteligencia artificial: los «intelliphones».
Si Google puede atraer a los consumidores a sus teléfonos Pixel impulsados por IA —o conseguir que compren los dispositivos de Samsung con su inteligencia artificial incorporada— entonces puede que el gigante de las búsquedas online no necesite otro costoso acuerdo de distribución con Apple.
«La forma en la que la funcionalidad de la IA está integrada directamente en el sistema operativo Android también está permitiendo a Google mejorar la utilidad ofrecida por los móviles Pixel, con nuevos casos de uso que, de alguna manera, pueden terminar siendo superiores a lo que Apple puede ofrecer ahora«, tal y como valoraban los analistas de Morgan Stanley.
«Esta dinámica podría conducir a más ventas de teléfonos Android sobre Apple… o simplemente aumentar todavía más la influencia de Google en las negociaciones con Apple para ofrecer productos comparables en el iPhone», añadían.
Este medio de comunicación ha tratado de ponerse en contacto con Apple, Google y OpenAI, pero por el momento no ha obtenido respuesta.