Cuando te hundes en los brazos de Morfeo, tu consciencia cambia de dial y te sumerges en un mundo enigmático, repleto de misterios que la ciencia todavía no ha podido explicar. Hay muchas teorías sobre los sueños: se dice que sirven para reparar el organismo y seguir la vida en condiciones óptimas.
Dicho de otro modo, los sueños pueden ser la forma que tiene el cerebro para desfragmentar el disco duro, organizando los datos. Sin embargo, descifrar o interpretar los materiales cognitivos que aparecen en nuestras aventuras nocturnas es muy difícil.
Y, curiosamente, hay algo común a todo ser humano: existen varias cosas que no puedes hacer en sueños, recopiladas por la web Grunge. Estás a punto de descubrirlas.
Tener a mano un smartphone
Aunque hayas sido secuestrado por alienígenas o quieras saber si hará sol en tu destino paradisiaco en sueños, es muy improbable que tengas tu teléfono a mano.
Según Psychology Today, un estudio de 16.000 informes de sueños descubrió que los teléfonos inteligentes sólo aparecían en el 4% de los sueños. Se trata de un dato muy peculiar, especialmente teniendo en cuenta que es un objeto cotidiano que se ha vuelto omnipresente.
Como curiosidad, en el mencionado estudio el resto de aparatos tecnológicos también tenían una presencia muy residual en los sueños, como el ordenador, las películas o las cámaras de fotos.
En opinión de la experta en sueños Alice Robb, la razón reside en que los móviles son un invento relativamente reciente, mientras que los sueños son primarios y acceden a una parte de la mente humana muy primitiva y asociada a miedos, amenazas y a la emoción del dolor.
En este hilo de Quora, algunos usuarios que trabajan con el mundo de la programación sí que reconocieron la presencia de dispositivos electrónicos en sus sueños. Por el momento, son más la excepción que la norma.
Sentir cosquillas
Seguramente ya te hayas dado cuenta de que no puedes hacerte cosquillas a ti mismo, ya que tu cerebro es un órgano muy inteligente que interpreta los estímulos táctiles propios como menos amenazadores que los externos. Además, tampoco puedes hacerte cosquillas a ti mismo en sueños, ni siquiera aunque seas capaz de tener sueños lúcidos.
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, los investigadores trabajaron con soñadores lúcidos para saber si eran capaces de hacerse cosquillas a si mismos o a otras personas en su aventura onírica. Descubrieron que ambas respuestas eran negativas.
La principal hipótesis que los científicos manejan es que hay una parte del cerebro que minimiza el grado en el que reaccionamos a los estímulos.
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, los investigadores trabajaron con soñadores lúcidos para saber si eran capaces de hacerse cosquillas a si mismos o a otras personas en su aventura onírica. Descubrieron que ambas respuestas eran negativas.
La principal hipótesis que los científicos manejan es que hay una parte del erebro que minimiza el grado en el que reaccionamos a los estímulos.
Leer cualquier cosa
La próxima vez que sueñes, fíjate en este detalle. Mira a un cartel de una tienda, a una señal de tráfico a la hoja de un periódico o a un libro: serás incapaz de leer su contenido.
El fenómeno lo explica en Inverse la profesora de psicología de la Universidad de Harvard Deirdre Barrett: eres incapaz de leer en sueños porque las partes del cerebro responsables de comprender e interpretar el lenguaje están en gran medida inactivas en tu descanso nocturno. Estas zonas se encuentran sobre todo hacia la parte posterior y media del cerebro.
De esta manera, no puedes establecer conexiones entre palabras, significados y estructura de las frases.
La capacidad para procesar el lenguaje también se ve alterada: es normal que no recuerdes exactamente los diálogos y otros tipos de contenido. Pero hay excepciones a la norma: los poetas pueden leer sistemáticamente en sueños debido a su relación más fluida y creativa con el lenguaje.
Correr rápido
En los sueños es normal la sensación de bloqueo, de no poder correr aunque estés siendo perseguido por una presa. Y si corres, te parecerá que lo haces a cámara lenta, como si fuese a través del agua, incluso aunque en tu vigilia seas un deportista empedernido.
En un artículo publicado en The Bioneer por Adam Sinicki explica que en los sueños en realidad no caminas: simplemente aparentas lugares, o aceptas que te mueves junto a otra persona. Pero cuando llega el momento de correr, el cerebro debe simular el movimiento de las cuatro extremidades. Esto significa mantener una representación exacta de tu cuerpo en el espacio
Esta teoría señala que el cerebro construye el mundo y los escenarios en cada sueño, por lo que el ritmo para construirlos debe ser compatible, y corriendo, no sería posible.
Además, cuando estás dormido, tu cerebro está activo pero los músculos están paralizados, lo que provoca un conflicto de señales. Además, la actividad de las ondas cerebrales es más lenta que cuando te encuentras despierto.
Crear caras completamente nuevas
Muchas personas han tenido la duda de si toda la gente que aparece en un sueño se trata de rostros totalmente inventados, o personas que el cerebro ha visto y procesado con anterioridad.
Aunque comprobarlo científicamente es casi imposible, desde el Instituto de Neurociencias Wu Tsai de la Universidad de Stanford creen que los rostros que pueblan tus sueños están sacados del mundo real, aunque sólo sea una cara vislumbrada un rato en el metro o entre una multitud de personas.
Pese a que el cerebro es capaz de unir elementos de rostros para crear uno nuevo, esos elementos proceden de algún lugar del mundo real. No hay que olvidar que una de las principales funciones de soñar es consolidar los recuerdos y apuntalar la memoria a largo plazo.
Experimentar olores
Si te paras a pensar en tus sueños, es muy atípico que el sentido del olfato esté presente en ellos. Oler esas flores, sentir el hedor de un cadáver o probar el sabor de la comida no es algo que la mayor parte de la gente sea capaz de hacer en las profundidades de su plano onírico.
Tal y como recoge un reportaje de la BBC, quienes sí pueden percibir olores en sus sueños son aquellas personas con un sentido del olfato muy fuerte o cuyo trabajo implica el contacto con aromas, como la elaboración de perfumes. Eso sí, exponerte a olores agradables antes de dormir se ha ligado en investigaciones a tener sueños más placenteros.
Escuchar música
¿Eres capaz de recordar la banda sonora de tus sueños o qué sonaba en una fiesta o en un concierto una vez te has despertado? Resulta muy complicado, ya que la mayoría de las personas no sueñan con música.
Patrick McNamara, profesor asociado de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, tiene una teoría muy particular al respecto: el cerebro considera que la música repetitiva con coros y melodías pegadizas es «parasitaria» y que podría provocar un gusano que nunca desaparecería de la memoria a largo plazo. Eso sí, hay músicos que afirman soñar con música.