«Prueba a hablar con él aquí», escribió Sam Altman en X, con un enlace a una «demo preliminar» de ChatGPT.
Luego hizo algunas reflexiones sobre las «interfaces lingüísticas» y sobre cómo la gente pronto «hablaría con el ordenador» con la voz o con texto para conseguir lo que quisiera, «¡para definiciones cada vez más complejas de lo que se quiere!».
Ese hilo marcó lo que resultó ser uno de los lanzamientos de mayor impacto en la historia de Silicon Valley.
ChatGPT provocó un repentino interés por la IA generativa. Gigantes tecnológicos como Microsoft, Apple, Google y Meta han invertido miles de millones de dólares en esta tecnología, y los inversores de capital riesgo han inyectado aún más en las startups que se dedican a ella.
Esto convirtió a OpenAI en el ejemplo a seguir en la carrera por crear una inteligencia artificial general similar a la humana, que se ha convertido en la misión principal de Altman.
Pero llegar hasta allí desde la demo ChatGPT que presentó en noviembre de 2022 supone un largo camino. Muy pocos confundirían ahora mismo al chatbot —con tendencia a alucinar y a equivocarse en datos básicos— con un humano. La empresa está luchando bajo el peso de las expectativas que creó el lanzamiento inicial, y seguir con lanzamientos tan fluidos e impactantes es cada vez más difícil.
Mientras tanto, rivales como Google, Meta y empresas más pequeñas han intentado ponerse al día presentando sus propios modelos de IA, como Gemini Ultra y Llama 3.
Los nuevos productos de OpenAI han tenido problemas
El martes, OpenAI anunció que retrasaba una esperada actualización de la función de «modo de voz» de su chatbot, cuyo lanzamiento era inminente.
La función de voz existente, introducida por primera vez en septiembre de 2023, había sufrido retrasos a la hora de responder a los intentos de los usuarios de mantener una conversación de ida y vuelta y tenía dificultades para «respetar el tono de la conversación de forma directa», así como con varios interlocutores y ruidos de fondo, según la empresa.
La actualización iba a llegar a un pequeño grupo de usuarios de ChatGPT Plus a finales de junio, hasta que la empresa anunció que necesitaba trabajar en «la capacidad del modelo para detectar y rechazar determinados contenidos» y preparar «la infraestructura para escalar a millones de usuarios manteniendo las respuestas en tiempo real».
El contratiempo se produjo después de que OpenAI saltara a los titulares cuando Scarlett Johansson acusó a la empresa de promocionar una voz —’Sky’— que, según ella, era «inquietantemente parecida» a la suya.
Aunque Altman afirmó más tarde que «nunca se pretendió que se pareciera» a la de Johansson, la empresa decidió dejar de utilizar la voz.
La función de voz no es la única que está pasando por un mal momento.
OpenAI aún no tiene fecha de lanzamiento para Sora, el modelo que genera vídeos basados en las indicaciones de texto de los usuarios y que se mostró públicamente por primera vez en febrero. En mayo, el jefe de Google, Sundar Pichai, dijo que el entrenamiento de Sora por parte de OpenAI podría haber violado los términos y condiciones de YouTube.
Open AI publicó GPT-4o, su modelo de IA multimodal más avanzado y sucesor de GPT-4, en mayo, pero su laboratorio rival Anthropic mostró datos en Claude 3.5 Sonnet, que publicó la semana pasada, que sugieren que su modelo supera a GPT-4o en las pruebas de «razonamiento a nivel de posgrado», «código» y «razonamiento sobre texto».
Según Chatbot Arena, una tabla de rendimiento bastante seguida, Claude 3.5 Sonnet supera a GPT-4o en programación. GPT-4o mantiene el primer puesto de la tabla general, pero sólo por un estrecho margen.
Este mes OpenAI ha tenido algo que celebrar: Apple ha anunciado su asociación con la empresa para llevar ChatGPT a los iPhones, iPads y Macs. Esto permitirá a OpenAI acceder a la enorme cantidad de dispositivos activos de Apple, más de 2.000 millones.
Pero OpenAI no cobra por la integración, y Apple no garantiza la exclusividad, ya que ha señalado que está abierta a asociarse con otras empresas en el campo de la IA.
ChatGPT ha dado a OpenAI una ventaja en la carrera por crear inteligencia artificial. Pero en una carrera tan larga, cualquiera podría ganar.