Inversiones cruzadas en IA: el capital riesgo rompe sus propias reglas
Normalmente, cuando las firmas de capital riesgo han sacado a pasear sus carteras, ha existido una regla tácita: no se apoya a la competencia. Eliges o Uber o Lyft, pero no ambos.
«Nunca lo había visto antes y di por hecho que nadie lo haría», asegura Joe Aaron, socio fundador de TRAC. «¿Te gustaría que una empresa que invierta en ti invierta en tu competencia?«.
Sin embargo, esa regla parece estar desapareciendo a medida que los inversores inyectan miles de millones de euros en startups competidoras dedicadas a desarrollar grandes modelos lingüísticos (LLM, por sus siglas en inglés).
Andreessen Horowitz ha respaldado a OpenAI, xAI y Safe Superintelligence (SSI), la compañía de inteligencia artificial cofundada por el antiguo científico jefe de la desarrolladora de ChatGPT, Ilya Sutskever. Sequoia Capital invirtió en OpenAI en 2021 y ha apoyado a SSI en septiembre. Fidelity y Ark Invest tienen participaciones tanto en la organización de Sam Altman como en la de Elon Musk. Sound Ventures y Wisdom Ventures han financiado tanto a OpenAI como a Anthropic.
Umesh Padval, director gerente de Thomvest Ventures, que en su día respaldó a Cohere (una desarrolladora canadiense de LLM), afirma: «Es realmente deficiente y muy poco ético«. «Nunca invertiré en Anthropic ni en OpenAI, porque, cómo puedes decir ‘voy a apostar todo por ti, pero me estoy cubriendo las espaldas'».
Para Padval, invertir en empresas similares es una afrenta a lo que él considera la principal tarea de una firma de capital riesgo, que es identificar una compañía y apostar fuerte por ella.
«La cobertura de la apuesta se produce cuando la gente no está convencida con su postura«, argumenta el ejecutivo de Thomvest Ventures. «Si la organización no va bien, eso es capital riesgo. Pero, para cubrirte, no montes otro negocio».
A Padval también le preocupa que los inversores de riesgo conozcan información privilegiada y puedan querer compartirla con la competencia: «La gente lo hace sonar como si fuesen cortafuegos, pero no hay cortafuegos».
Sin embargo, una fuente anónima de Business Insider cuya empresa ha invertido tanto en OpenAI como en Anthropic niega que se tenga acceso a datos privados.
«En realidad, no estamos al tanto del funcionamiento interno de ninguna de las dos compañías hasta el punto de que sería preocupante que llevásemos información al bando enemigo», explica este inversor, que ha pedido no ser identificado al estar hablando de temas delicados.
Al parecer, OpenAI le pidió a los inversores que participaron en su última ronda de financiación que se abstuviesen de invertir hasta en cinco de sus competidores, algo para lo que se encuentra en una posición única, apunta Gregg Hill, cofundador y socio director general de Parkway Venture Capital.
«OpenAI no haría tal petición si no pudiese asegurarse los miles de millones necesarios para sus rondas de financiación», comenta Hill. «En última instancia, el mercado decidirá qué es lo que tiene éxito».
Algunas firmas de capital riesgo no tienen problema en invertir en LLM rivales
Podría tener sentido respaldar a varios grandes modelos lingüísticos en esta fase relativamente temprana porque no va a haber un único ganador, tal y como argumenta S. Somasegar, socio director de Madrona Ventures.
«Todas las compañías que desarrollan aplicaciones basadas en IA utilizan varios modelos y nadie cree que vayan a limitarse a uno solo», expresa Somasegar. «Creo que las reglas de inversión podrían haber sido más turbias en estos primeros días y espero que se vayan aclarando a medida que comprendamos mejor en qué están evolucionando estas organizaciones».
También está la cuestión del dinero, puesto que solo un puñado de empresas son capaces de extender los colosales cheques que hacen falta para financiar a desarrolladoras de LLM. Las mejores han recaudado tanto dinero que invertir en ellas equivale a comprar acciones de firmas que cotizan en bolsas tales como el NASDAQ, señala un inversor de capital riesgo de una compañía que ha respaldado tanto a OpenAI como a xAI.
«No lo haríamos en el caso de pequeñas organizaciones privadas en las que la siguiente ronda es realmente importante, pero, una vez que se superan los miles de millones de dólares, sinceramente, ¿qué más da?«, apunta este inversor. «Da igual que sean firmas cotizadas, por mucho dinero que hayan recaudado».