La cara oculta de ChatGPT: un estudio resalta que los usuarios habituales sienten más soledad

La cara oculta de ChatGPT: un estudio resalta que los usuarios habituales sienten más soledad

En los últimos meses, es posible que hayas adoptado el hábito de charlar con ChatGPT a menudo. Ya sea para despejar aquella duda sobre historia, para ayudarte en tus tareas en el trabajo o en tus estudios o, simplemente, para entretenerte un rato, esta herramienta de inteligencia se ha convertido en un gran amigo para muchos usuario. Sin embargo, hay un lado oscuro: un estudio revela que favorece la soledad en los usuarios frecuentes.

Se trata de un informe llevado a cabo por la propia compañía desarrolladora de esta tecnología, OpenAI, en colaboración con el MIT Media Lab. Esta segunda entidad es un departamento de investigación dentro de la Escuela de Arquitectura y Planificación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Han pasado tan solo dos años desde que ChatGPT dio sus primeros pasitos para presentarse al mundo. Hoy en día, tiene 400 millones de usuarios activos semanales en todo el planeta.

Más productivos… ¿pero más solos?

A pesar de que ChatGPT aumenta la productividad y eleva la eficacia, los resultados del estudio sugieren que también podría fomentar directa o indirectamente el aislamiento, especialmente, en aquellas personas que practican un uso intensivo.

En cuanto a la metodología, los científicos analizaron con una técnica automatizada a gran escala 4 millones de interacciones, tanto escritas, como en formato audio. El contenido de las conversaciones era tanto personal, como impersonal y abierto. Además, encuestaron a 4.000 usuarios para comprender más sus actitudes y opiniones respecto al conocido bot de IA. En paralelo, MIT Media Lab ha trabajado en otro estudio separado que ha profundizado en cómo 1.000 usuarios se comunicaron con ChatGPT durante un mes. Se utilizó una de las últimas versiones, GPT-4o.

El aislamiento crece si nos pasamos de tuerca con el uso de ChatGPT

«En general, nuestro análisis revela que un pequeño número de usuarios es responsable de una parte desproporcionada de las señales más afectivas«, apuntan los autores del artículo conjunto en el abstract.

Estas señales afectivas, que no han sido definidas con precisión, comprenden temas como la soledad, la vulnerabilidad, la autoestima y la dependencia, que son asuntos que se analizaron durante el curso de la investigación.

La mayoría, utiliza ChatGPT durante un «tiempo relativamente corto». Sin embargo, «un número menor de participantes se involucró durante períodos significativamente más largos», se resalta en el texto. Aquellos que tenían «un mayor uso diario -en todas las modalidades y tipos de conversación- se correlacionaban con una mayor soledad, dependencia y uso problemático, y una menor socialización«.

Hay un dato paradójico. Por otro lado, los analistas han observado que los diálogos por voz inicialmente sí hacen al usuario sentirse acompañado. No obstante, una vez pasado un tiempo, estos aparentes beneficios se desvanecían, porque los individuos que ya se sentían solos al principio del estudio tenían más tendencia a sobreutilizar ChatGPT, lo que empeoraba su estado de aislamiento.

Soledad, sí, ¿pero solo se debe a ChatGPT?

«A partir de nuestro ensayo controlado aleatorio, observamos que el impacto de las interacciones basadas en la voz en el bienestar emocional es muy matizado y está influenciado por factores como el estado emocional inicial del usuario y la duración total del uso», se advierte en el paper.

La soledad y el aislamiento social se pueden ver influidas por diversos contextos, causas y estímulos. También se suman las diferencias entre unas personas y otras en su personalidad y en su percepción de los propios sentimientos. Aun así, no solo se tuvo en cuenta la sensación de los participantes, sino también sus niveles reales de socialización, para extraer la experiencia auténtica de aislamiento, más allá de su visión subjetiva.

Asimismo, otros factores que pueden alterar esta sensación son la salud mental del usuario durante el periodo de observación del estudio, así como otros acontecimientos de su vida personal ocurridos en ese tiempo. No obstante, los investigadores destacan que los sentimientos de soledad pueden empeorar en un grupo de «usuarios avanzados».

Este tipo de iniciativas reabren el debate sobre la necesidad de utilizar las herramientas tecnológicas con mesura y, sobre todo, con consciencia. Es necesario reflexionar sobre nuestro consumo de ellas, especialmente, si notamos que nos generan sensaciones negativas. Resulta positivo para la sociedad que las propias compañías que desarrollan este tipo de servicios se cuestionen sobre estas problemáticas, para tratar de evitar que produzcan efectivos nocivos para sus usuarios.

Natalia Montero